En la costa sur de España se encuentra Andalucía, una región con montañas, pueblos blancos y playas impolutas. Entre los Siglos VIII y XV, fue ocupada por los moros, y estas raíces aún son visibles en ciudades como Sevilla, Córdoba y Granada.
A continuación, os proponemos un plan para explorar estas maravillas en nuestro viaje por carretera por Andalucía, saliendo desde Sevilla y acabando en Marbella en 14 días. Por el camino visitamos monumentos históricos, catamos vino de Jerez y subimos a Sierra Nevada, antes de dirigirnos a las playas de Costa del Sol. Para acabar, hicimos un pequeño desvío hacia Gibraltar, para ver los monos salvajes en el Peñón y explorar sus profundas cuevas y túneles.
Aquí debajo encontraréis un resumen de nuestro recorrido por Andalucía y Gibraltar. Podéis seguir nuestro recorrido completo o escoger un punto de partida y seguir desde ahí.
Nota: los enlaces de este artículo os llevarán a un itinerario personalizado por cada ciudad, que incluye recomendaciones de qué ver, dónde comer, y dónde alojarse.
Vale la pena pasar al menos una semana en Andalucía. Empezad por una visita a las grandes ciudades, como Sevilla, Córdoba y Granada y pasad un par de días explorando sus monumentos. Después, podéis planear viajes cortos hacia ciudades más pequeñas como Jerez o Ronda. Nuestro itinerario se alarga 14 días y pasa por la mayor parte de la región, incluyendo las montañas de Sierra Nevada y las playas de Cádiz y Marbella.
Hemos elegido Sevilla como nuestro punto de partida para nuestra ruta ya que se trata de la capital de Andalucía. También ofrece diferentes conexiones aéreas, así que es fácil llegar a la ciudad desde cualquier parte del mundo. Otra alternativa sería empezar más al sur, en Málaga, o por las montañas, en Granada, ya que estas ciudades tienen los otros aeropuertos principales de la región.
El origen del flamenco y de las deliciosas tapas, Sevilla ofrece la introducción perfecta al estilo de vida andaluz. La mayoría de turistas vienen para visitar el Alcázar, pero esta ciudad tiene muchas otras atracciones turísticas, incluyendo la pintoresca Plaza de España y las impresionantes Setas.
Antes de empezar el viaje por carretera, pasamos dos días en Sevilla, explorando sus plazas y sus monumentos. Desde la catedral, en el casco antiguo, hasta las tiendas de cerámica en el barrio de Triana. Y por supuesto, no podíamos irnos sin ver un espectáculo de flamenco.
Después de Sevilla, nos dirigimos hacia Jerez, pasando por el blanco pueblo de Arcos de la Frontera. Jerez es donde nació el vino de Jerez, así que empezamos visitando una de sus bodegas locales. Después, recorrimos el pueblo, visitando el Alcázar y la Catedral. Acabamos en la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre para ver el espectáculo de los caballos de paso, que también tienen renombre en Jerez de la Frontera.
Si estáis interesados en probar más vino de Jerez, os recomendamos que exploréis otras regiones alrededor del triángulo del vino de Jerez, como Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Santa María. Podéis aprender más sobre esta clásica bebida española y las mejores bodegas de la región en nuestra guía Ruta del Vino de Jerez.
Nuestra próxima parada del viaje fue Cádiz, una antigua ciudad portuaria en la costa oeste de Andalucía. Por un tiempo fue el hogar de la armada española, y fue desde aquí que partió Cristóbal Colón hacia el Nuevo Mundo. En Cádiz encontramos las primeras playas de nuestro viaje y pudimos probar un marisco delicioso en el mercado local. También visitamos algunos lugares históricos como la catedral y subimos a la Torre de Tavira para tener unas vistas panorámicas de la ciudad.
Desde Cádiz, nos dirigimos hacia Ronda. Se trata de un pueblo pequeño, pero vale la pena visitarlo para sus impresionantes vistas. Situado en la provincia de Málaga, Ronda se encuentra justo en el borde de un barranco, entre montañas y el río de Guadalevín. Durante nuestro recorrido, cruzamos el icónico Puente Nuevo para admirar sus vistas, y paseamos por el casco antiguo donde vimos algunos monumentos de estilo morisco, como los Baños árabes y el Palacio de Mondragón.
Después de pasar un día en Ronda, condujimos hacia el norte, dirección Córdoba. Durante el Siglo X, la ciudad fue uno de los centros culturales más importantes de Europa. Muchos avances científicos y artísticos vienen del intercambio entre los musulmanes y los cristianos que vivieron en Córdoba durante esa época. Pasamos dos días en la ciudad descubriendo su patrimonio histórico, como la Mezquita, y paseando por sus floridas calles y patios.
Después continuamos hacia Granada, donde también nos quedamos dos días. Visitamos la icónica Alhambra y pasamos la mayor parte del primer día explorando sus palacios y patios, aunque antes nos aventuramos por otros barrios como Sacromonte y Albaicín. También nos dimos el capricho de ir de tapas, ya que esta es una de las pocas ciudades de Andalucía donde os servirán tapas gratis con vuestra bebida.
Desde Granada condujimos hasta Sierra Nevada. Esta sierra es el hogar de uno de los parques naturales más grandes de España y una estación de esquí que reúne a visitantes de alrededor del mundo. En nuestra guía, incluimos un recorrido por los pueblos remotos de Las Alpujarras, y también información sobre esquí y rutas de senderismo.
Después de Granada, nos dirigimos hacia la Costa del Sol. Nuestra primera parada fue Málaga, el lugar de nacimiento de Picasso y hogar de varios museos de arte. Empezamos explorando el casco antiguo, visitando la Alcazaba y la Catedral, y después nos dirigimos hacia el distrito moderno, alrededor del puerto. Pasamos nuestro segundo día comiendo marisco en la playa y recorriendo el centro creativo de la ciudad, Soho.
Aún en la costa, condujimos hasta Marbella, donde nos esperaban hoteles lujosos y playas. Recorrimos el casco antiguo de Marbella por la mañana y después seguimos el paseo marítimo hasta el ostentoso Puerto Banús, acabando la noche con unos cócteles en el puerto.
Como estábamos muy cerca de la frontera, decidimos acabar nuestro viaje por carretera con un desvío hacia Gibraltar. Después de pasar casi dos semanas en España, Gibraltar fue como un viaje a otro país. Después de todo, se trata de territorio británico, y los pubs y las tiendas de fish and chips estarán ahí para recordároslo. Gibraltar es pequeño, y podréis visitarlo fácilmente en un día.
El Peñón es su atracción principal, es aquí arriba donde encontraréis los monos salvajes, incluyendo otros sitios, como las fortificaciones militares y los túneles subterráneos. Pasamos la mañana explorando esta zona, parando para admirar las vistas en uno de sus muchos miradores, antes de dirigirnos hacía el centro otra vez.
Nota: Gibraltar tiene su propio aeropuerto, así que, si seguís nuestros pasos, podréis reservar vuestros vuelos de regreso a casa desde aquí.
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