Lanzarote se trata de una reserva de biosfera protegida en las Canarias. La isla es famosa por sus increíbles paisajes, desde playas, campos de lava y paisajes abarrancados como el Parque Nacional de Timanfaya. Muchos de sus destinos turísticos más famosos fueron creados por el artista César Manrique, incluyendo los Jameos del Agua, el Jardín de Cactus y el Mirador del Río.
Con rutas interminables para los senderistas, y olas para los surfistas, Lanzarote es un paraíso para los amantes de la naturaleza. Islas vírgenes te esperan en La Graciosa, una pequeña isla al norte de Lanzarote.
Nuestro itinerario de cinco días te conducirá por los mejores lugares de Lanzarote, además de hacer recomendaciones sobre dónde comer y dónde alojarte.
Nuestra visita a Lanzarote se inicia en la capital de la isla, Arrecife. Ubicada en la costa este, esta zona está repleta de atracciones culturales, sobre todo cerca del casco histórico. Puedes visitar la Parroquia de San Ginés, una iglesia que destaca por la mezcla de piedra blanca y piedra volcánica negra. Desde la costa se trata de una pequeña isla coronada por el Castillo de San Ginés, una fortaleza del siglo XVI que sirvió para proteger la ciudad de ataques piratas. Otro lugar que merece la pena visitar es el Castillo de San José, donde encontrarás el Museo Internacional de Arte Contemporáneo (MIAC). En su interior, podrás disfrutar de obras de artistas como Miró, Picasso y Chillida.
Tras visitar el casco antiguo de la ciudad, daremos un paseo por el paseo marítimo. Este paseo, conocido como Playa Reducto, te conduce por toda la playa. Desde aquí, podrás observar la pequeña isla de Fermina.
Desde Arrecife, dirígete al norte hasta Nazaret. Aquí podrás visitar uno de los edificios diseñados por el arquitecto local César Manrique. Lagomar es una casa entre cuevas, adornada con restos de naufragios. Los turistas pueden disfrutar del museo, y conocer la historia de la propiedad y de su propietario original, Omar Sharif.
Más adelante está Teguise, la capital de la isla y el asentamiento más antiguo de Canarias. Explora el casco histórico de la ciudad, piérdete por los laberintos de sus casas blancas. Teguise organiza un mercado local todos los domingos en Plaza Clavijo y Fajardo, donde podrás comprar productos regionales y souvenirs. Coronando la ciudad está el Castillo de Santa Bárbara, una fortaleza del siglo XIV construida al borde de un cráter volcánico. El edificio está cerrado actualmente, pero puedes pasear por la zona y disfrutar de las vistas panorámicas de Teguise.
El segundo día comienza visitando el norte de la isla. Nuestra primera parada será el Mirador del Río, otra creación de César Manrique. El mirador se encuentra en la cima del Risco de Famara, una cordillera de más de 22 kilómetros de longitud. Desde aquí podrás llegar hasta el Archipiélago Chinijo, casa de la Isla Graciosa y otras pequeñas islas, y desde donde podrás observar el trecho de agua que separa Lanzarote de la Graciosa, y que los locales han apodado como el ‘río’. Cerca del mirador hay una pequeña cafetería donde puedes tomar algo.
En el norte de la isla también encontrarás la pequeña isla de Órzola. Merece la pena pasear por sus calles antes de zarpar hacia la Graciosa. Los barcos salen cada treinta minutos desde el puerto local. En pocos minutos llegarás hasta Caleta del Sebo, la capital de la isla.
Tras disfrutar del histórico pueblo de Caleta del Sebo, puedes subir hasta la Montaña Amarilla, una de las atracciones más turísticas de la isla. La montaña recibe su nombre por el volcán amarillento. También puedes llegar hasta la Playa de la Francesa en bicicleta o con un taxi todoterreno y caminar hasta allí. Esta es la mejor opción si quieres evitar el calor. Todo el trayecto durará aproximadamente una hora y media.
Dirígete de nuevo a la costa para darte un baño en la Playa de la Francesa. Aquí encontrarás un camino que conduce hasta una playa más aislada, la Playa de la Cocina, un lugar ideal para disfrutar del atardecer.
El Jardín de Cactus se trata de una de las creaciones de Manrique más famosas de Lanzarote. El jardín ofrece más de 4,500 de cactáceas, procedentes de las Islas Canarias y otros lugares lejanos como Madagascar y Tanzania. Tras disfrutar de las vistas panorámicas del jardín, puedes bajar a disfrutar del resto de la zona. Cerca se encuentra un molino de viento del siglo XIX que solía utilizarse para hacer gofio (harina de maíz tostado), un ingrediente esencial en la cocina canaria.
Continúa hasta llegar a Jameos del Agua, otro de los icónicos proyectos de César Manrique. El autor pretendía representar un viaje al centro de la Tierra, y eso es lo que se siente cuando entras a este túnel volcánico de 6 km formado por la erupción del Volcán de la Corona. Jameos del Agua cubre la zona más cercana a la costa. Las plantas crecen en las rocas y los cangrejos flotan alrededor. Esta zona incluye un lago natural, cuevas y frondosos jardínes. Ir a un concierto en el auditorio, rodeado por este decorado volcánico, es una experiencia mágica que no puedes perderte.
En el mismo túnel que los Jameos, encontrarás la Cueva de los Verdes, una cueva con tres galerías interseccionales que crean una especie de laberinto en la zona. Su temperatura media de 19 grados la convierte en una gran opción para escapar del calor veraniego. Antiguamente la cueva servía de refugio a los animales así como de guarida a los piratas, ya que no fue hasta 1946 que se convirtió en una zona turística. La estructura que apreciamos hoy se trata de la obra del artista Jesus Soto, quien aplica una combinación de luces y sombras para destacar la roca y los colores de la roca estalactita. Entre ellas se destaca la Garganta de la Muerte, la Sala de las Estetas y la Puerta Mora.
Pasa la tarde en la Costa Teguise. Hay numerosas actividades aquí, como cursos de golf, parque acuático y acuario. Muchos turistas vienen aquí para ver la playa. Las Cucharas, Los Charcos y El Jablillo son algunas de las mejores playas de la zona. Esta última es la más tranquila. Si te apetece hacer una ruta, también encontrarás trayectos que te dirigen a las montañas cercanas de Tinaguache, Tahiche y Tejia.
Nos dirigimos al sur para explorar algunas de las playas más increíbles de la isla, empezando por Playa del Papagayo. Esta playa aislada es una zona protegida, por lo que hay que pagar una pequeña cuota para entrar. Sus aguas turquesas ofrecen un paisaje ideal para practicar snorkel, mientras que las montañas que rodean la zona refugian a los turistas del viento. Encontrarás pocas instalaciones alrededor, incluyendo unos pocos bares, un camping y aparcamiento.
Otra de las playas más increíbles del sur es Playa Mujeres. Su fina arena blanca y aguas paradisíacas convierten esta playa en el lugar perfecto para todos aquellos que quieren escapar de la ciudad. Solo posee 400 metros de longitud, y no suele haber olas, siendo así un lugar ideal para familias.
A tan solo unas millas al este de Playa Mujeres, encontrarás Playa Blanca. Junto a esta playa encontrarás un pueblo con el mismo nombre que puedes visitar. Los ferries de la isla cercana de Fuerteventura salen desde su puerto.
Haz una pequeña visita a Bodegas El Grifo, la bodega más antigua de Canarias. Puedes reservar una visita para aprender más sobre la producción de vino en la isla, y hacer una degustación. Puedes hacer la visita por la mañana, o por la tarde a partir de las tres.
De vuelta a la costa, nos dirigimos hasta Playa del Janubio. Esta playa salvaje se localiza cerca del pueblo de Yaiza. Con tan solo 800 metros, destaca por su arena volcánica negra. Las corrientes suelen ser muy fuertes en esta zona, por lo que bañarse aquí puede ser peligroso. Cerca se encuentran las Salinas de Janubio, lagos salados que producen sal desde el siglo XIX.
Cerca del norte encontrarás Los Hervideros, una zona costera famosa por su formación de roca y sus cuevas. Desde aquí podrás disfrutar de las vistas, ir a pescar, o seguir una de las rutas de senderismo que conducen hasta las Salinas del Janubio y el Charco de Los Clicos.
El Charco de Los Clicos es uno de los paisajes más espectaculares del sur costero de la isla. Cerca de aquí encontrarás el pueblo pesquero del Golfo, una pequeña bahía de aguas cristalinas famosa entre los turistas. El color del agua se debe a la concentración del alga que contrasta con la arena negra de la costa- Es un lugar especial que aparece en películas, incluyendo Los abrazos rotos de Pedro Almodóvar. Si quieres observar la zona en su totalidad, dirígete hasta el mirador de El Golfo. También encontrarás un camino que se inicia en el aparcamiento, y que te llevará más cerca del lago.
Nuestro último día en la isla visitaremos el Parque Nacional de Timanfaya. También conocido como las Montañas de Fuego, esta zona funciona como un parque nacional desde 1974. Está repleto de formaciones volcánicas y corrientes de lava. Paseando por esta zona sentirás las altas temperaturas, apreciando así la corriente magmática bajo tus pies. Comienza visitando el Visitor Mancha Blanca y el Centro de Interpretación, donde podrás aprender más sobre este parque volcánico de cincuenta kilómetros. Es posible explorar la forma por tu cuenta siguiendo una de las rutas de senderismo. Algunas de las más famosas son la Ruta de Los Volcanes y Caldera Branca. Sin embargo, te recomendamos visitar la zona con una visita guiada para evitar perderte. De forma alternativa, también puedes alquilar un camello o un bus turístico.
Nuestra siguiente parada será la Caldera de Los Cuervos. Este sendero de 4.2 km te dirige alrededor del perímetro del cráter volcánico, e incluso su interior. Es un sendero relativamente fácil, con paneles informativos por todo el camino que te permiten conocer la historia del área.
Al final del día nos dirigimos al Puerto del Carmen. Es una de las zonas más populares de la isla, por lo que espera encontrar a muchos turistas. Dirígete al paseo marítimo y pasea por la Avenida de las Playas, un paseo frente al mar. Aquí encontrarás diversos bares y restaurantes de marisco donde podrás parar a tomar algo.
Lanzarote posee numerosas actividades para las familias. Si quieres disfrutar de la playa, Puerto del Carmen y Playa Blanca son algunas de las mejores para visitar en familia. Costa Teguise, por otra parte, es ideal para practicar deportes de agua como windsurf. Durante el verano podrás disfrutar de los parques acuáticos, incluyendo Aqualava Waterpark & Aquapark Costa Teguise. Este último también posee una zona de paintball.
Entre otras actividades divertidas está el Rancho Texas, el único parque animal de la isla, y Jurassic Kingdom, un campo de minigolf con dinosaurios en cada esquina. Puedes reservar una expedición submarina cerca de Puerto Calero, o montar en camello alrededor del Parque Nacional Timanfaya.
Patatas, lentejas y pescado fresco son algunos de los ingredientes que forman parte de la gastronomía de Lanzarote. Los platos típicos incluyen atún marinado, escaldón (una mezcla de gofio y caldo de pescado) y el puchero canario. Para el postre, no puedes perderte el bienmesabe, un dulce hecho con almendra, azúcar, huevo y limón, a menudo combinado con helado. A continuación encontrarás los mejores lugares donde comer en Lanzarote:
El tiempo en Lanzarote suele ser cálido y soleado durante todo el año. Las temperaturas oscilan entre los 20º en enero y 28º en verano. Esto significa que no hay un mal momento para visitar la isla, pero si quieres evitar las altas temperaturas, es mejor viajar en primavera u otoño.
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