Situado en la provincia de Málaga, Ronda deja a los visitantes boquiabiertos con su espectacular paisaje. La ciudad se sitúa al borde de un profundo barranco entre montañas y valles fluviales y se encuentra entre los lugares más visitados de Andalucía.
El elemento más llamativo de Ronda es el Puente Nuevo, un puente del siglo XVIII que se alza sobre el desfiladero de El Tajo y separa la ciudad vieja de la nueva. Otro de los lugares más visitados es la Plaza de Toros, una de las plazas de toros más antiguas de España. La escena taurina de la ciudad atrajo a artistas como Ernest Hemingway y Orson Welles, cuyas cenizas están enterradas aquí.
En el casco antiguo, encontrarás rastros de la ocupación árabe de la ciudad, con lugares como los Baños Árabes y el Palacio de Mondragón. Más allá de su patrimonio histórico, Ronda es también una ciudad vinícola, con más de 20 bodegas repartidas por la región.
Si buscas cosas que hacer en Ronda, este itinerario incluye los mejores lugares de interés de la ciudad, así como sitios donde comer y fiestas locales que no puedes perderte.
Encontrarás la mayoría de los lugares de interés de Ronda dentro del Casco Antiguo (La Ciudad), pero merece la pena también dedicar algo de tiempo a la ciudad nueva (El Mercadillo).
Comienza con una visita a la Alameda del Tajo, un parque público creado en el siglo XIX. Camina por los paseos arbolados y dirígete tranquilamente al mirador situado al borde de un acantilado. No podrás evitar detenerte aquí y admirar las magníficas vistas del desfiladero del Tajo que hay debajo. Es uno de los muchos miradores que encontrarás en el tour por la ciudad.
A pocos pasos del parque se encuentra la Plaza de Toros, la plaza de toros de la ciudad. Terminada en 1785, es una de las plazas de toros más antiguas de España. Fue diseñada por José Martín de Aldehuela, el mismo arquitecto que creó el famoso Puente Nuevo. Ronda se considera la cuna de la tauromaquia moderna. Ya en el siglo XVIII, el matador local Francisco Romero introdujo nuevas reglas en este deporte que se mantienen en la actualidad, incluyendo el uso del emblemático capote rojo. Actualmente, el recinto se llena sobre todo en septiembre, durante la feria anual de la ciudad. El resto del año, los visitantes pueden unirse al tour guiado al espacio o acceder al museo para saber más sobre esta tradición andaluza.
Desde la Plaza de Toros, sigue caminando hasta llegar al Paseo de Ernest Hemingway. Este paseo se llama así por el escritor americano Hemingway, quien pasó una temporada en Ronda. Él era fan de la tauromaquia y eso le inspiró a escribir libros como “The Sun Also Rises” y “The Dangerous Summer”. El paseo discurre a lo largo del Tajo y ofrece unas vistas increíbles de las montañas de los alrededores.
Separando el casco antiguo y el nuevo de Ronda se encuentra el Puente Nuevo, el monumento más famoso de la ciudad. El puente se encuentra sobre un desfiladero de 120 metros aproximadamente formado por el río Guadalevín y lleva aquí desde 1793. Hay dos puentes más en Ronda, pero este es el más nuevo, de ahí el nombre de Nuevo. Mires donde mires, hay unas vistas espectaculares que observar. Para ver el puente desde el fondo del desfiladero, sigue la Calle Tenorio hasta la Plaza de María Auxiliadora, donde encontrarás unas escaleras para acceder a un mirador. Si tienes tiempo, puedes continuar por la carretera hasta llegar a otro mirador en la Carretera de los Molinos. En primavera, este camino se llena de flores. Una vez hayas sacado tus fotos aquí, dirígete de vuelta al centro del pueblo.
En el casco antiguo, a menos de cinco minutos del puente, se encuentra la Casa del Rey Moro. El palacio tiene un nombre que puede resultar engañoso, ya que fue construido en el siglo XVIII, mucho después de la ocupación árabe de la ciudad. Mientras que este edificio se encuentra cerrado para los visitantes, aún puedes pasear por sus jardines con vistas al desfiladero de El Tajo. Una empinada escalera te conducirá desde los jardines a La Mina, una antigua mina conectada al río. Este último elemento es lo único que realmente se remonta a la época musulmana. En ese momento, La Mina era la única fuente de agua de la ciudad y los esclavos se encadenaban a las escaleras para subir el agua a la ciudad.
Puede que el Puente Nuevo se lleve toda la fama, pero hay otros dos puentes más que merece la pena visitar en Ronda: el Puente Viejo y el Puente Romano. El Puente Viejo data del siglo XVI y, antes de la construcción del Puente Nuevo, era la única conexión que había entre la ciudad nueva y la antigua. Hoy en día sólo está abierto a los peatones. Después tenemos el Puente Romano.
A pesar de su nombre, no es un puente romano. Se construyó sobre el siglo XVII, pero hay indicios de un puente más antiguo que podría ser de la época romana. Da acceso al barrio de San Miguel, por lo que también se conoce como Puente de San Miguel. Ambos puentes cruzan el río Guadalevín y ofrecen vistas espléndidas sobre el desfiladero.
Después de ver los puentes, continua tu recorrido por Ronda en el Barrio de San Miguel, el antiguo barrio árabe. Aquí descubrirás los Baños Árabes, uno de los hammans (baños árabes) mejor conservados de España. Fundados sobre el siglo XIII, cuentan con tres salas que fueron divididas en su momento por temperaturas: caliente, templada y fría. En aquella época, el agua venía de los arroyos más próximos. En los techos hay rejillas de ventilación en forma de estrella, una característica común de la arquitectura árabe.
La siguiente parada es el Palacio de Mondragón. Data del siglo XIV y fue el hogar del rey Abbel Malik. Más tarde sirvió de residencia a la reina Isabel y Fernando. Como resultado, el palacio tiene una mezcla de estilos arquitectónicos que combinan elementos moriscos, renacentistas y góticos. Da un paseo por los jardines y después visita el museo municipal el cuál ocupa el palacio hoy en día. Aquí podrás conocer el contexto histórico de la ciudad desde la prehistoria hasta la época romana.
Cerca del palacio se encuentra la Plaza Duquesa de Parcent. Esta plaza pintoresca del casco antiguo se encuentra entre los edificios históricos como la Iglesia de Santa María Mayor. La iglesia se construyó en el lugar de una antigua mezquita, y destaca por su llamativo campanario. Tardó más de 200 años en completarse, por lo que combina estilos renacentistas, góticos y barrocos. Alrededor de la plaza también hay algunas cafeterías donde se puede tomar algo.
Desde la plaza, baja hasta la Puerta de Almocábar, donde terminarás el día. En la época árabe, Ronda tenía una serie de puertas y murallas que rodeaban toda la ciudad y ayudaban a protegerla de los invasores. La Puerta de Almocábar era la más grande, y obtiene su nombre del cementerio (al-maqabir), que se encontraba aquí en su momento. Si te animas, puedes subir las escaleras hasta las murallas en las cercanas Murallas del Carmen.
Los amantes del vino disfrutarán los tours por las bodegas de Ronda. La ciudad forma parte de la Ruta de Vinos Andaluza, y aquí hay docenas de bodegas que descubrir. Su localización en la cima de una colina, junto con el clima cálido, proporcionan las condiciones perfectas para el cultivo de la uva. Después de visitar los principales lugares de interés, puedes pasar el día visitando las bodegas locales. La mayoría ofrecen visitas a las instalaciones, así como catas con maridaje o talleres de elaboración de vino. Algunas de las mejores bodegas de Ronda incluyen Bodega Joaquín Fernández, Descalzos Viejos Bodegas y Chinchilla Bodegas.
Puede que Ronda sea una ciudad pequeña, pero está llena de actividades en familia. Pasear por los puentes y contemplar las vistas del desfiladero de El Tajo son posiblemente las actividades más emocionantes para niños y adultos. También puedes dedicar tu tiempo a visitar museos como el Museo Lara, que alberca una ecléctica colección de relojes, armas y objetos de brujería.
Si necesitas un Descanso durante el día, hay varios parques donde te puedes sentar y relajar, como los Jardines de Cuenca y la Alameda del Tajo.
En las afueras de la ciudad está el Reservatauro Ronda, una granja donde los niños pueden ver toros y caballos andaluces.
Como la mayoría de las ciudades en Andalucía, Ronda está llena de restaurantes de tapas. Si piensas comer en la ciudad, asegúrate de probar algunas delicias locales como el chorizo rondeño. Este embutido picante se sazona con paprika y normalmente se sirve con pan y patatas fritas, pero hay muchos más platos que merece la pena probar. A continuación, mostraremos algunos de los mejores restaurantes en Ronda:
Si planeas pasar las noches en la ciudad, aquí tienes algunos de los mejores hoteles de Ronda:
La mejor época para visitar Ronda es en primavera u otoño. En marzo o abril, la temperatura es bastante cálida, y la ciudad se llena de árboles con flores. Octubre y noviembre son meses más tranquilos, y para entonces las temperaturas empiezan a ser más frescas. También puedes programar tu viaje en torno a una de las fiestas locales, como la de Ronda Romántica en mayo o la Feria de Pedro Romero en septiembre. Ambos eventos atraen a grandes multitudes, así que es recomendable reservar el alojamiento con antelación. Lo mismo ocurre en los meses de verano, que es la temporada alta.
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