En un mar de playas, grutas y acantilados de arenisca se encuentra Lagos, uno de los pueblos más bellos de la costa del Algarve. En esta ciudad costera, conocida por sus magníficas formaciones rocosas, playas de arena blanca y una animada vida nocturna, viven alrededor de 22.000 personas.
En el pasado conocida como Lacobriga, Lagos tiene más de 2.000 años de historia y fue ocupada por muchas civilizaciones a lo largo de los siglos, incluidos los romanos, los visigodos, los bizantinos y los moros, quienes la rebautizaron como Zawaia, que significa “lago” en portugués. La evidencia de su presencia puede encontrarse en monumentos como el castillo medieval y la colección de figuras históricas en museos repartidos por la ciudad.
A continuación, te mostramos las mejores actividades que hacer en Lagos, desde lugares históricos hasta playas excepcionales y recorridos en barco.
En el centro de Lagos hay mucho por ver. Comienza la mañana explorando el casco histórico, con casas endosadas, restaurantes de marisco y calles adoquinadas.
Nuestra primera visita será a la Igreja de Sao Sebastiao. Construida entre los siglos XIV y XV, esta iglesia se sitúa detrás del mercado municipal. En su interior se encuentra la Capela dos Ossos, una pequeña capilla con un retablo joanino.
Dirígete más tarde al paseo principal, en la Avenida dos Descobrimentos para visitar el mercado municipal. En su interior encontrarás gran variedad de puestos de comida con productos frescos. El olor a pescado inundará tus fosas nasales conforme te vayas acercando a la pescadería, además de a su exhibición de pescados y mariscos crudos. No te olvides de subir al segundo piso para admirar las vistas de la ciudad y la bahía frente a ti.
En el siglo XV, Lagos jugó un importante papel en el lanzamiento de la Era de los Descubrimientos portugueses. La ciudad se acabó convirtiendo en el centro europeo de comercio de esclavos, ya que se traían esclavos desde las colonias africanas de Portugal. Este oscuro capitulo aparece cubierto en el Museo de Comercio de Esclavos. El museo cuenta la historia del periodo de esclavitud en Lagos, explicando cómo los esclavos se integraron en la sociedad, además de la evolución de la ciudad como punto de comercio.
A unos pocos pasos del museo se encuentra Mar d’Estórias, un espacio multiusos que funciona como restaurante, galería, bar en la azotea y tienda de regalos. En el interior de una iglesia renacentista restaurada, se trata del lugar perfecto para abastecerse de recuerdos de tu viaje. Aquí encontrarás de todo, desde miel y aceite de oliva típico de la zona, hasta cestas y cerámicas hechas a mano.
Continúa el tour hasta llegar al museo principal de Lagos, el Museu Municipal Dr. José Formosinho. Aquí aprenderás más sobre la historia de Lagos, además de descubrir artilugios históricos que datan del Neolítico hasta los períodos romano y árabe, así como pinturas del siglo XVIII y antiguas monedas portuguesas.
En el propio museo se encuentra la Igreja de Santo António. Desde fuera parece una iglesia modesta de fachada encalada, pero conforma avanzas, encontrarás una decoración extravagante tallada en madera dorada, azulejos, además de un impresionante fresco en el techo. Las pinturas de alrededor representan la vida de San Antonio de Lisboa.
Si te apetece un momento de relax durante tu viaje visita este parque frente al mar, con vistas a las murallas medievales de la ciudad. Observa el escudo de armas de Lagos y la estatua de Gil Eanes, un explorador portugués del siglo XV.
Frente al jardín se encuentran los restos del castillo de Lagos, también conocido como Castillo de los Gobernadores. Lo que una vez formó parte de las murallas de la antigua ciudad, solo quedan un conjunto de torres que marcan la entrada al casco antiguo.
Visita el puerto marítimo, donde podrás observar el Forte da Ponta da Bandeira. Esta fortaleza del siglo XVII se erigió como protección a Lagos frente a los ataques piratas e invasores, ya que se encuentra entre el río Bensafrim y el mar. En su interior se encuentra una pequeña capilla cubierta de azulejos desde el suelo hasta el techo. En el borde del fuerte encontrarás un sendero de playas de arena blanca y acantilados de arenisca.
Cuando visites Lago, vale la pena hacer un recorrido en barco por la costa. La mayoría de los tours salen del puerto deportivo de Lagos. Puede elegir entre recorridos de observación de delfines con biólogos marinos o explorar las cuevas cercanas, como Benagil en Lagoa o las formaciones rocosas de Ponta da Piedade. Estos recorridos suelen durar alrededor de dos horas. Antes o después del tour en barco, puedes dar un paseo por el puerto deportivo, repleto de cafeterías y restaurantes.
Pasa la tarde explorando las
playas de Lagos. Praia da Batata es la playa más cercana al centro, por lo que
es el mejor lugar para visitar si no tienes coche. Un poco más al sur está la
Praia Dona Ana. Una escalera de madera te lleva hasta la playa enmarcada por
impresionantes acantilados amarillos. Las aguas cristalinas lo convierten en un
lugar ideal para practicar snorkel. A sólo unos minutos de aquí se encuentra la
Praia do Camilo. A esta impresionante cala también se llega a través de unas
escaleras (200 para ser exactos), pero la caminata vale la pena. Cuando baja la
marea, puedes caminar hasta las cuevas de los alrededores. Estas dos son las
playas más populares de Lagos, por lo que suelen estar muy concurridas en
verano. Otras alternativas incluyen la Praia de Porto Mós, una extensa playa
más allá del promontorio de Ponta da Piedade con abundante estacionamiento y
restaurantes, o Meia Praia, que se encuentra al otro lado del río. Respaldadas
por dunas, las arenas doradas de Meia Praia se extienden a lo largo de casi
seis kilómetros hasta llegar a la laguna de Alvor.
Antes del atardecer, dirígete a los impresionantes acantilados de Ponta da Piedade. Escondido entre los acantilados, encontrarás un laberinto de cuevas, grutas y arcos y pequeños barcos de pesca navegando a través de ellos. Puedes explorar la zona a pie, o realizar un paseo en barco o en kayak.
Lagos es un gran destino familiar, con muchas actividades y atracciones turísticas para niños. Tus días podrán terminar relajándote en sus playas de arena, o explorando las cuevas de alrededor en un tour en barco, donde podrás observar delfines incluso. Durante el verano, un tren turístico te lleva desde el centro hasta las playas de Meia y Dona Ana.
Podrás visitar el centro a pie, y además encontrarás muchas cafeterías donde poder descansar y probar deliciosos dulces. También hay muchos museos, incluido el museo municipal donde podrás conocer toda la historia del pueblo, y el Centro de Ciencia Viva, que ofrece exhibiciones interactivas de ciencia y tecnología. Entre otras atracciones populares se encuentra Pro Putting Garden, un impresionante campo de golf cerca de Praia da Batata.
A 20 minutos en coche del centro se encuentra Lagos Zoo, con más de 100 especies diferentes de animales, incluido loros, monos y gatos monteses. Un poco más lejos se encuentra Slide & Splash, un parque acuático con piscinas y toboganes.
La gastronomía de Lagos se caracteriza por el pescado fresco y el marisco. Entre sus especialidades destaca el bacalao escalfado, las almejas y los calamares rellenos. Encontrarás también platos tradicionales de marisco como el guiso de marisco, cataplana. A continuación, te recomendamos alguno de los mejores restaurantes de la zona donde degustar los mejores platos locales:
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Hay numerosos campos de golf cerca de Lagos, siendo el más cercano Boavista Golf & Spa Resort, un campo de golf de 18 hoyos diseñado por Howard Swan. El campo consta con hoyos desafiantes, un lugar para practicar y una escuela de golf. A pocos kilómetros también se encuentra Espiche Golf, otro campo de 18 hoyos con plantas autóctonas.
También merece la pena visitar Palmares Golf, un campo de 27 hoyos diseñado por Robert Trent Jones Jr., y Morgado Golf, un campo de 18 hoyos en medio de un valle.
Lagos posee un clima mediterráneo de inviernos suaves y veranos muy calurosos. La temporada alta incluye los meses de junio a agosto, cuando las temperaturas alcanzan hasta los 30º. Esta es la estación ideal para visitar la playa o reservar un tour en barco por las cuevas de la zona. Además, durante esta época tienen lugar algunos de los festivos de la ciudad, como el tradicional baño del 29 de agosto.
Si lo que quieres es huir de las multitudes, te recomendamos visitar la ciudad fuera de temporada, ya sea en primavera o principios de otoño. Las temperaturas seguirán siendo agradables, pero habrá menos gente.
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