Silves es una ciudad tranquila en el centro del sureste de El Algarve. Silves fue, antes que Faro, la capital oficial de la región; siendo así uno de los lugares más antiguos de Portugal. Puedes llegar hasta allí en coche, autobús, tren, o incluso a través de un barco desde la ciudad de Portimao.
La historia se vive y se respira en Silves, en las murallas de los castillos medievales, en su Catedral Gótica y en el antiguo puente romano que cruza a través del río Arade. Todos estos monumentos conforman el recuerdo de antiguas civilizaciones en Silves. A continuación encontrarás las mejores actividades para hacer en Silves, incluyendo festivales y recomendaciones de excursiones de un solo día.
Lo primero que verás al llegar a Silves es el castillo. Construido por los árabes, es considerado el castillo mejor conservado de todo El Algarve. El fuerte destaca por sus murallas de piedra roja en lo alto de la colina con vistas a todo el pueblo. Desde aquí podrás observar el entresijo de paredes de terracota que conducen hasta el río Arade, además de al puente romano que destaca por sus aguas tranquilas.
Al lado del castillo encontrarás la Catedral de Silves. Originalmente una mezquita, se convirtió en una catedral tras la Reconquista Cristiana de El Algarve. La catedral posee una impresionante fachada con una mezcla de paredes enlucidas y piedra roja, el mismo material que las paredes del castillo. Su interior es igual de impresionante, ya que combina, en un solo edificio, arquitectura gótica, medieval y barroca.
Desde la catedral puedes ir andando hasta el Museo Arqueológico de Silves. El museo incluye una impresionante colección de hallazgos arqueológicos, desde la prehistoria hasta el siglo XVIII, descubiertas por toda la región. Su principal atracción es un gran pozo árabe situado en el centro del museo. Otras piezas que merece la pena observar son las cerámicas de época islámica y huellas fúnebres de la Edad del Hierro.
Tras la visita al museo, dirígete hasta el río y visita el Mercado Municipal de Silves. En su interior encontrarás puestos de pescado, verduras y fruta.
Pasa la tarde visitando la bodega local, Convento do Paraíso. Ubicado en una antigua granja conocida como la Quinta de Mata Mouros, Convento do Paraíso utiliza métodos tradicionales y modernos para producir su vino local. Su viñedo posee más de 12 hectáreas y ofrece unas vistas increíbles al pueblo de Silves.
Conduce hasta Armaçao de Pera para visitar las playas de Silves. Haz una parada en la Praia de Armaçao de Pera, una pequeña playa rodeada de apartamentos modernos y un puerto repleto de bares y restaurantes. Siguiendo el paseo marítimo llegarás hasta la fortaleza de Armaçao de Pera. Usada anteriormente para proteger la ciudad de ataques piratas, hoy en día se trata de un lugar increíble para observar el mar sin la necesidad de meter tus pies en la arena.
Si miras a tu alrededor podrás observar las dunas de Praia Grande, una de las playas más grandes de El Algarve. Dos impresionantes pantanos rodean la playa, el arroyo Alcantarilha al oeste y el Lago Salgados al este. Es el lugar perfecto para disfrutar del atardecer.
Hay muchos paisajes que disfrutar en Silves, desde la costa de Armacao de Pera hasta las montañas de Serra do Caldeirao en el norte. Más que una reserva natural, el Arade Dam es un increíble mirador en el que disfrutar del paisaje rural que rodea Silves.
Continúa hasta llegar a Sao Bartolomeu de Messines, una pequeña villa en el noreste de Silves que sirve de frontera con la región de Alentejo. Es difícil imaginar que el vasto escenario de naturaleza que rodea Messines está a tan solo media hora del océano. En el camino al pueblo descubrirás un conjunto de pequeñas capillas con fachada similar, incluido sus paredes blancas y rojas, a la catedral de Silves.
La excursión comienza en el Santuario de Nuestra Señora de Saúde. Más tarde nos dirigimos a la capilla de Sao Sebastiao, terminando con la visita a la iglesia principal de Sao Bartolomeu de Messines. Cerca de la iglesia hay cafeterías y restaurantes donde puedes parar a comer algo.
Después de comer dirígete a la carretera para visitar Sao Marcos da Serra. Por el camino, haz una parada en Funcho Dam para disfrutar de las vistas. Una vez llegues al pueblo, asegúrate de visitar la parroquia, un edificio del siglo XVI que combina elementos manuelinos con barrocos.
Por la ciudad encontrarás muchas chimeneas ornamentadas en tejados de terracota. Aunque será cerca de la iglesia donde encontrarás el más grande de todos. La chimenea es un recuerdo a la ocupación árabe en el Algarve, además de una pieza remarcable de la arquitectura.
Hay muchas actividades infantiles para hacer en Silves. Los niños disfrutarán visitando el castillo de la ciudad y aprendiendo sobre la historia de la región. También merece la pena visitar el Museo Arqueológico, con piezas arqueológicas que incluyen la prehistoria.
El río ofrece la posibilidad de un viaje en barco, aunque también puedes disfrutar de las vistas desde la orilla.
Si te apetece un día de playa, conduce hasta Portimao, donde encontrarás la Praia da Rocha. También puedes visitar el parque acuático de Slide & Splash y el parque temático de Sand City, entre otras.
La gastronomía de Silves es el reflejo del paisaje de la zona, una combinación de montañas y costa. Podrás degustar cualquier plato, desde platos de carne como jabalí y conejo hasta caldos de marisco como cataplana y caldeirada. Otro plato muy famoso es el arroz de Lingueirao, un arroz con navajas, tomate, cebolla, y ajo. En cuanto a los postres, encontrarás platos con base de almendra como Don Rodrigo y Morgado. Esta zona es característica por sus naranjas, por lo que los turistas pueden reservar un tour por el naranjal de la zona siguiendo la Rota da Laranja. A continuación encontrarás restaurantes en los que comer cerca de Silves:
Silves cuenta con diferentes campos de golf en los que poder practicar tu “swing”. Entre ellos se encuentra:
La mejor época del año para visitar Silves es en el final de la primavera, principios de verano. Es el momento ideal para pasear por la ciudad, con temperaturas que oscilan entre los 20 y los 25 grados. Si quieres visitar la playa puedes venir entre julio y agosto, ya que también es la época de festivos locales, como la Feria Medieval. Sin embargo, debes tener en cuenta que también es la época de más turismo, así que debes contar con aglomeraciones y subida de precios.
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