Unas millas al norte de Lisboa encontramos Óbidos, un pequeño y pintoresco pueblo rodeado de muros medievales. Detrás de sus muros se esconde un laberinto de calles adoquinadas y casas pintadas con toques azules y amarillos.
Por un tiempo, Óbidos hospedó a los reyes portugueses, por eso hay tantas iglesias juntas. Actualmente, es una destinación turística muy popular, famosa por su mercado medieval y por el ginjinha, un delicioso licor de maceración de guindas que sirven en todos los bares de la ciudad.
Es fácil descubrir Óbidos en un día, aunque también se puede pasar la noche y visitar otras atracciones turísticas cercanas, como el Lagoa de Óbidos y el Buddha Edén.
Para ayudarte a planear tu visita, te dejamos una pequeña guía por Óbidos que incluye consejos sobre qué hacer, dónde comer y dónde alojarse.
Desde inusuales librerías hasta el mejor bar de ginjinha, debajo encontraréis una lista de las cosas que no os podéis perder cuando visitéis Óbidos.
Empezad vuestro recorrido en la Porta da Vila, la puerta principal de la ciudad, y antes de seguir por la Rua Direita, tomaros vuestro tiempo para admirar los paneles de azulejos que veréis sobre vuestro.
Repleta de tiendas de souvenirs y restaurantes, la Rua Direita es la calle principal de Óbidos, y durante el día siempre está llena. Desde esta calle podéis desviaros y perderos por las estrechas calles de la ciudad, apreciando sus casas blancas y sus buganvilias.
Después de explorar las calles de Óbidos, dirigiros hacia el castillo. Aunque su interior fue reconvertido en hotel, desde fuera aún se ve como un castillo medieval, con sus sobresalientes torres y sus paredes de piedra. Aunque no os alojéis en el hotel, podéis explorar sus jardines y pasear por sus murallas, que rodean la ciudad entera, todo eso de forma gratuita. La caminata dura unos 45 minutos, pero seguramente pararéis unas cuantas veces para contemplar las vistas panorámicas. Desde ahí arriba veréis los techos de terracota, las iglesias y las colinas de un verde exuberante que alcanzan las paredes.
Óbidos está repleto de inusuales librerías. Cerca del castillo tenemos la Livraria Santiago, que desde fuera parece una iglesia normal, pero cuando entréis encontraréis una sala repleta de libros que se extienden por las dos plantas.
En la Rua Direita podréis visitar el Mercado Biológico, una combinación entre mercado orgánico y librería. Incluso antes que alcancéis las murallas encontraréis la Livraria da Adega, la cual ocupa una antigua bodega de vinos. Allí, las cajas de vinos fueron convertidas en estanterías y además, en la esquina hay un pequeño bar que sirve vinos portugueses.
Se trata de la iglesia más importante de Óbidos y se encuentra en la Plaza de Santa María. Cruzad su puerta manierista y alucinaréis con sus impresionantes techos pintados y sus paredes decoradas de arriba abajo con azulejos azules y blancos. También vale la pena apreciar la tumba renacentista que se dice que diseñó Nicolau Chanterene, y las pinturas creadas por Josefa de Óbidos, aclamada artista portuguesa.
No podéis iros de Óbidos sin haber tomado al menos un vaso de ginjinha. Aunque en Lisboa hay muchos bares que venden este licor de maceración de guindas, la mayoría proviene de Óbidos, así que lo mejor es probarlo en su lugar de origen. Rua Direita está llena de tabernas de ginjinha aunque nosotros recomendamos el bar Ibn Errik Rex. Podréis tomarlo en un vaso normal, pero sabe aún mejor si lo bebéis en un vaso con chocolate, que podréis comer al final. Si buscáis un souvenir tradicional de Óbidos podréis obtener una botella entera de ginjinha en las tiendas locales.
Este santuario, del siglo XVIII, resalta por su inusual forma hexagonal. Se encuentra fuera de la muralla de la ciudad, y se tardan unos 15 minutos caminando desde el centro de Óbidos pero también lo podréis ver mientras entréis o salís de la ciudad.
Explorar el centro de la ciudad solo os llevará unas pocas horas, pero vale la pena desplazarse un poco más lejos para visitar otras atracciones turísticas cerca de Óbidos. Desde un jardín lleno de buddhas hasta una laguna con playas: aquí tenéis otras cosas que ver si os movéis por los alrededores de Óbidos o si planeáis quedaros unos días por la región.
El Buddha Edén es un impresionante jardín oriental situado a unos 15 minutos de Óbidos. Se trata de un homenaje a los Budas de Bāmiyān, destruidos en 2001. Mientras camináis por sus 35 hectáreas vais a ir encontrado Buddhas, pagodas y lagos con carpas. A parte de las numerosas esculturas de Buddhas, también vale la pena admirar las replicas de los Guerreros terracota de Xi’an, en China.
Esta presa, creada en 2005, fue construida para ayudar a regar los campos agrícolas cercanos, pero actualmente se trata de un sitio muy popular entre excursionistas y ciclistas. Hay un carril bici conocido como Ciclovia das Águas, que conecta la presa con el centro de la ciudad, pasando por pequeñas villas y miradores.
Unas millas al oeste de Óbidos encontraréis esta gran laguna que limita con bancos de arena y el océano. Esta laguna, con sus tranquilas aguas, os proporcionará las condiciones perfectas para practicar deportes acuáticos como la navegación o el kitesurfing. Además, allí hay escuelas que ofrecen clases durante todo el año. El camino a lo largo de la orilla es ideal para andar y montar en bici, y os permitirá admirar la naturaleza muy de cerca. A medida que os vayáis acercando a la costa, dos playas emergerán en cada lado de la laguna: Foz do Arelho y Praia do Bom Sucesso, las cuales describiremos debajo.
Hay varias playas cerca de Óbidos, ya que la ciudad se encuentra a unos 30 minutos en coche de la costa. Estas playas forman parte de la Costa Plateada de Portugal, una preciosa costa que se alarga de Lisboa a Figueira da Foz y que es famosa por sus aguas cristalinas.
Aunque la mayoría de las playas de la Costa Plateada están frente al océano, en Óbidos también tienes la laguna. En la parte norte se encuentra la Praia Foz do Arelho, una preciosa playa con arenas doradas y unos cuantos restaurantes costeros. Al sur, tenemos la Praia do Bom Sucesso, una playa solitaria rodeada de una rocosa colina que ofrece unas impresionantes vistas y rutas de senderismo. Ambas playas dan a la laguna y al mar, así que podréis nadar en ambos extremos.
Un poco más al sur, está la Praia de Rei Cortiço, una extensa y arenosa playa alineada con dunas y blancos acantilados. Es un sitio muy popular para practicar surf y bodyboard.
Al ser un pequeño pueblo medieval, es el lugar perfecto para unas vacaciones familiares. Los niños disfrutarán pasear por el castillo y observar las vistas desde lo alto. En los exteriores del castillo también se celebran muchos eventos a lo largo del año, incluido el festival del chocolate y el mercado de Navidad.
Merece la pena perderse por sus calles estrechas de edificios de colores y disfrutar de la gran cantidad de librerías de la ciudad. Por el camino, encontrarás distintos mercados con artesanía tradicional como cerámica y bordados.
Si tienes un coche, puedes explorar la zona un poco más. Observa las estatuas y esculturas del Jardín Buddha Eden, o visita la playa y la laguna. En los alrededores del pueblo encontrarás muchas zonas para practicar senderismo o montar en bicicleta.
La principal calle comercial de Óbidos es Rua Direita, pero hay muchas más tiendas escondidas por las calles cercanas. Olaria São Pedro, por ejemplo, tiene una fantástica selección de cerámicas, y Mercearia de Ideias vende una mezcla de decoración para el hogar y souvenirs de comida. Tampoco os podéis perder las inusuales librerías de Óbidos, como la Livraria de Santiago y el Mercado Biológico, donde podréis encontrar libros entre botellas de vino y productos orgánicos.
Óbidos suele estar bastante concurrida en verano o cuando hay algún festival. Si quiere evitar las multitudes, intente visitarla a principios de primavera o en otoño. En estas estaciones, las temperaturas son suaves y oscilan entre los 15º y los 20ºC. Muchos de los edificios de la ciudad tienen balcones adornados con flores, y la primavera es la mejor época para verlas en plena floración. El otoño, por su parte, es la época de la vendimia, y muchas de las bodegas de los alrededores ofrecen visitas a sus fincas. Por supuesto, si quiere ir a la playa o practicar deportes acuáticos, el verano es su estación. El tiempo es mucho más cálido en esta época, con temperaturas que alcanzan los 30ºC. El invierno es una buena época para disfrutar del espíritu navideño, ya que toda la ciudad está decorada con luces.
Óbidos acoge varios eventos durante el año, pero los más famosos son el Festival del Chocolate, el Mercado Medieval, La Semana Internacional del Piano y las celebraciones navideñas.
El Festival del Chocolate tiene lugar entre abril y mayo. Su temática cambia cada año, y es lo que inspira la decoración del festival, incluyendo las esculturas de chocolate de la exhibición. Además de probar chocolate, los visitantes pueden disfrutar de otras actividades, como clases de cocina en directo y otros talleres. También hay un área para niños donde pueden aprender cómo hacer chocolate.
Unos meses después, entre julio y agosto, Óbidos se transforma en una villa medieval. Las casetas invaden el castillo y allí se vende comida medieval y artesanía, a la vez que malabaristas y manipuladores de fuego muestran sus habilidades justo en frente de ti. Durante este evento hay torneos, representaciones musicales e incluso recreaciones históricas, así que os sentiréis como si estuvierais en el medievo.
Más o menos a la vez, Óbidos recibe La Semana Internacional del Piano, un evento de 10 días que ofrece varios conciertos y clases magistrales.
Finalmente, entre noviembre y enero, la ciudad organiza Vila Natal, un evento con temática navideña repleta de opciones de entretenimiento para los niños. Lo mejor de visitar Óbidos durante esta época es ver las paredes del castillo iluminadas por la noche.
Hay varios sitios donde comer en Óbidos. Para desayunar o merendar, os recomendamos ir a Capinha d’Óbidos, una pequeña pastelería que ofrece pan de chorizo casero y unas tartas deliciosas. Para una comida completa, A Nova Casa de Ramiro y O Caldeirão son las dos muy buenas opciones.
A Nova Casa de Ramiro se encuentra dentro de la muralla y es famoso por su bacalao y sus platos de marisco. Un poco más lejos, cerda del Santuário Jesus da Pedra, encontraréis O Caldeirão, que ofrece una gran variedad de bistecs y una buena selección de vinos.
Aunque podéis visitar Óbidos en un día, vale la pena pasar una noche para disfrutar de una atmosfera diferente, con menos aglomeraciones y restaurantes tranquilos. Si decidís quedaros, os sugerimos reservar una habitación en The Literary Man o en el Hotel Real d’Óbidos.
Ocupando parte del castillo del pueblo, Pousada Castelo de Óbidos es el lugar perfecto para los amantes de la historia. Este hotel de cuatro estrellas cuenta con 17 habitaciones. Algunas de las suites están ubicadas en el interior de la antigua torre del reloj, y muchas de ellas cuentan con tejas y chimenea. Aquí también encontrarás un restaurante de comida típica portuguesa.
The Literary Man es un paraíso para los amantes de los libros ya que hay libros en cada rincón del hotel, desde las paredes del restaurante hasta las mesillas de noche. Este hotel de 4 estrellas, establecido en un antiguo convento, ha mantenido su interior rústico, pero añadiendo algunos detalles en madera que le dan un toque acogedor y moderno. El hotel consta de 30 habitaciones, un restaurante y un bar que sirve cócteles inspirados en literatura.
El Hotel Real d’Óbidos, que se encuentra en un edificio del siglo XIV, ofrece 18 habitaciones, desayunos con tartas caseras y una piscina de agua salada que da a las murallas del castillo. En invierno, sus huéspedes pueden entrar en calor frente a la chimenea, o disfrutar de su terraza exterior en verano.
Un poco más alejado del centro está el Praia D'El Rey Marriott Golf & Beach Resort. Se encuentra a unos 30 minutos en coche de Óbidos, pero es una buena opción si queréis visitar las playas de la zona. Este hotel de 5 estrellas tiene un campo de golf, un spa, dos piscinas y varios restaurantes especializados en cocina mediterránea y marisco.
Hay tres maneras de ir de Lisboa a Óbidos:
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