Encontrarás la histórica ciudad de Viana do Castelo entre el río Lima y el océano Atlántico. Durante la Era de los Descubrimientos, Viana era el punto de salida de los exploradores portugueses, y después se convirtió en un puerto para el intercambio de bacalao. Esta conexión con el mar aún es visible a día de hoy, sobretodo en la cocina tradicional de la ciudad y en sus museos, como el Museu do Traje y el barco Gil Eannes.
Esta antigua ciudad está repleta de edificios históricos, pero la atracción real para sus visitantes son las increíbles vistas desde el Monte Santa Luzia. En la cima de este monte hay un imponente santuario neo-bizantino y las ruinas de un pueblo de la Edad de Hierro, al que se puede llegar vía un funicular.
También hay varias playas cerca de la ciudad, donde podréis ir a daros un chapuzón o a practicar deportes acuáticos como el surf o el bodyboard.
Si os preguntáis qué hacer en Viana do Castelo, aquí encontraréis una guía con las localizaciones principales de la ciudad. Al final, hemos incluido una sección con los mejores restaurantes y hoteles, así podréis aprovechar al máximo de vuestra estancia.
Mientras llegáis al centro de la ciudad, veréis que llama la atención un impresionante edificio amarillo. Se trata del Museu do Traje, un museo dedicado a los trajes tradicionales de Viana do Castelo. Dentro encontraréis una gran variedad de ropa usada por los locales a lo largo de siglos de agricultura, pesca u otros eventos especiales como peregrinaciones. Abajo hay una exposición de joyas de oro que también es típica de la región.
Justo en frente del museo encontraréis la pintoresca Praça da República, la plaza central de Viana do Castelo. Aquí encontraréis muchas de las localizaciones principales de la ciudad, como Chafariz, una fuente renacentista construida en 1554, el antiguo ayuntamiento con su llamativa parte superior almenada, y la Igreja da Misericórdia, del Siglo XVI. También encontraréis un par de cafeterías por esta zona, así que podréis tomar algo por allí.
Desde fuera, la Igreja da Misericordia destaca por su fachada renacentista y su arcada veneciana. João Lopes, quien trabajo en la fuente de la plaza, también diseñó esta magnífica iglesia durante el Siglo XVI. Posteriormente, fue renovada con el interior barroco que muestra actualmente, con mosaicos pintados a mano que cubren sus paredes, con un retablo dorado y preciosos frescos que adornan el techo.
A unos pasos de la plaza encontraréis la Catedral de Viana do Castelo, también conocida como Catedral de Santa María Mayor. Esta impresionante iglesia data del Siglo XV, pero ha pasado por diferentes cambios a lo largo de los siglos, así que muestra una mezcla de estilos arquitectónicos. Las torres románicas originales le dan un exterior con un toque de fortaleza, y la puerta principal gótica llama a los visitantes por sus preciosas piedras talladas. Entrad y encontraréis una serie de capillas de estilo renacentista que se esconden debajo de sus techos abovedados.
Familias y fans del chocolate amarán este pequeño museo de Viana do Castelo. Situado dentro de una antigua fábrica de chocolate, incluye un circuito de cinco salas, que usan herramientas interactivas para explicar los orígenes y la historia de este dulce ingrediente. El museo forma parte de un hotel boutique y si queréis, podéis pasar la noche en una habitación ambientada en el mundo del chocolate, o darte el gusto de hacer uno de sus tratamientos de chocoterapia.
Después de visitar el museo, pasead hasta el puerto de Viana do Castelo. Desde allí, podréis ver el Ponte Eiffel, un puente de varios niveles diseñado por Gustave Eiffel en 1878. El puente cruza por encima del río Lima, conectando con las playas de la costa sur de la ciudad, como la Praia do Cabedelo. Si queréis pasar algún tiempo en la playa, buscad la sección de las playas de Viana do Castelo aquí debajo.
Desde el puerto, seguid el paseo a lo largo del río, pasando por un parque, hasta que veréis un barco grande y blanco en el agua. Se conoce como Gil Eannes, y anteriormente fue un barco-hospital, asistiendo a los arrastreros que partían a pescar a Terranova. Su último viaje fue en 1973, y fue abandonado en Lisboa hasta que una campaña pública lo rescató y lo llevó de nuevo a Viana. Actualmente, completamente restaurado, el barco Gil Eannes está abierto a los visitantes como museo, permitiendo que suban y paseen por sus cabinas. Dentro encontraréis una gran variedad de equipo médico, incluyendo máquinas de hacer radiografías o un quirófano.
Si seguís andando por el muelle, pronto llegaréis al Forte de Santiago da Barra, también conocido como Castelo de Viana. Levantándose en el borde del río Lima, esta fortaleza del Siglo XVI, antiguamente protegía a la ciudad de los ataques piratas. Vale la pena caminar por sus murallas para ver las vistas del mar y del Monte de Santa Luzia.
Puede que la localización más icónica de Viana do Castelo sea el Santuario de Santa Luzia, una increíble iglesia neo-bizantina que se impone sobre el Monte de Santa Luzia. Existen tres maneras de llegar hasta allí: podéis conducir, ir en el funicular, o si sois valientes, subir sus 659 escalones.
Acabado en 1959, este santuario tiene un estilo similar al Sacré-Coeur de Paris, combinando elementos neo-góticos y bizantinos. Desde fuera, no podréis evitar ver el espectacular paisaje, que incluye montañas, el río y el océano. Para unas vistas todavía más altas, podéis subir hasta la cúpula de la iglesia. Un ascensor os dejará en la mitad del camino, pero la parte final incluye una estrecha escalera de caracol. El interior es bastante moderno, pero el altar destaca por sus pinturas al fresco y sus esculturas de mármol.
Justo detrás del santuario, encontraréis otro lugar emblemático, Citânia de Santa Luzia. Similares a las de Guimarães, estas ruinas pertenecieron a un pueblo Celtibérico. Una pasarela os llevará hasta este histórico asentamiento fortificado, que data del Siglo IV A.C. Su ubicación privilegiada encima de la montaña, hizo posible que sus residentes pudieran vigilar la desembuchadora del río Lima. Actualmente, los visitantes pueden disfrutar de unas vistas panorámicas desde ahí mientras ven los restos del pueblo. Para información detallada sobre la zona, aseguraros de coger un panfleto del centro de interpretación o reservad una visita guiada con antelación.
Viana do Castelo tiene unas playas increíbles que se alargan por el litoral de la ciudad.
Si queréis quedaros cerca del centro de la ciudad, Praia do Norte y Praia do Cabedelo son vuestras mejores opciones. Praia do Norte es una pequeña playa urbana situada al norte de Viana. Aunque no tiene mucha arena, su gran piscina de agua salada lo compensa. A lo largo de la playa, encontraréis dos cafés donde podréis tomar algo.
Situada al otro lado del río, al sur de la ciudad, está la Praia do Cabedelo. Para llegar, necesitaréis conducir o coger el ferry. El ferry sale de cerca del centro cultural y os llevará unos cinco minutos llegar al otro lado. Desde ahí, os tomará un par de minutos andando llegar a la playa. Ofrece unas condiciones perfectas para actividades acuáticas como el surf o el windsurf.
Unas millas debajo de Cabedelo están las playas de Rodanho y Amorosa. Praia do Rodanho ofrece un gran tramo de arena rodeado de dunas y vegetación. En verano, esta playa da la bienvenida a muchos nudistas que disfrutan de esta tranquila atmósfera. También protegida por dunas, Praia da Amorosa es el mejor sitio para el surf i el bodyboarding. Cuando la marea está baja, podréis observar muchas especies como lapas, mejillones y estrellas de mar.
Hay otras tres playas cerca de Viana do Castelo que también merecen una visita: Praia de Carreço, Praia da Arda y Praia de Afife. Resguardada del viento, Praia de Carreço es una opción popular entre familias. Mientras caminéis hacia la playa, puede que veáis el cormorán moñudo, un ave marina de color oscuro que habita en esta región. Si os dirigís hacia esta dirección, aseguraros de visitar los cercanos molinos tradicionales de Montedor. Praia da Arda atrae a grupos de jóvenes, y es famosa entre surfers y bodyboarders. Hay una escuela de surf donde podréis dar lecciones.
Finalmente, hay la Praia de Afife, una gran playa con arenas doradas a la que podréis acceder por una pasarela de madera. En esta playa, el mar es muy fuerte, así que también atrae a muchos surfistas. Las familias pueden disfrutar del final sur de la playa, ya que el río se junta con el mar y forma una pequeña laguna.
Viana do Castelo posee gran variedad de actividades para hacer en familia. Las familias y los amantes del chocolate disfrutarán de una visita al Hotel Fábrica de Chocolate. Ubicado en una antigua fábrica de chocolate, este hotel posee un pequeño museo con divertidas exhibiciones interactivas con las que conocer el origen y la historia de este delicioso ingrediente.
Los niños disfrutarán de un paseo en la barca de Gil Eannes, o cogiendo el funicular a Monte de Santa Luzia. En verano podrás disfrutar de un viaje a la playa y disfrutar de un tour en barco a lo largo del río Lima.
Hay muchos restaurantes en Viana do Castelo donde podréis disfrutar de una buena comida. Aquí debajo encontraréis algunas de nuestras recomendaciones:
Si estáis buscando un hotel en Viana do Castelo os recomendamos los siguientes: Pousada de Viana do Castelo, Hotel Fábrica do Chocolate o Hotel Feel Viana.
Ubicado en el Monte Santa Luzia, Pousada de Viana do Castelo ofrece unas vistas increíbles de la ciudad y del océano. Ya sea relajándoos en vuestra habitación o tomando el desayuno en la terraza, no podréis evitar admirar el imponente santuario de Santa Luzia, que está en la montaña de enfrente. Este hotel de 4 estrellas incluye una piscina exterior, un restaurante y un spa.
Los amantes del chocolate se sentirán justo en casa en el Hotel Fábrica do Chocolate. Se encuentra en una antigua fábrica de chocolate, y, además, este hotel boutique también es un museo. Tiene 18 habitaciones, y cada una tiene una temática diferente, desde “Hansel y Gretel” hasta “Charlie y la Fábrica de Chocolate”. Los huéspedes pueden elegir de entre una serie de experiencias, incluyendo tratamientos de chocoterapia, una cata de chocolate o la visita a un museo interactivo para aprender sobre los orígenes de este delicioso ingrediente.
Si queréis estar cerca de la playa, Hotel FeelViana es el sitio para vosotros. Situado en un moderno edificio de madera, este hotel de 4 estrellas combina perfectamente con su natural entorno de playas y pinos. Sus huéspedes pueden elegir entre 46 habitaciones o 9 acogedoras cabañas. Hay varios restaurantes y bares allí mismo, y también dos piscinas, un gimnasio, un club para niños, y un spa con sauna y baño turco. Dentro del hotel, también hay un centro de deportes donde podréis uniros a una serie de experiencias, incluyendo kitesurf, surf, paddle surf, o bicicleta de montaña.
La mejor época para visitar Viana do Castelo es entre junio y agosto. A pesar de ser la época de mayor afluencia, es el momento ideal para disfrutar de las playas de la ciudad y asistir a fiestas tradicionales como las Festas da Senhora d'Agonia. La primavera y el otoño también son buenas alternativas. El tiempo sigue siendo relativamente cálido en esta época, y se puede disfrutar de las principales atracciones de la ciudad con menos aglomeraciones.
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