A la orilla del río Tajo, se encuentra Toledo, una de las ciudades más pintorescas de España. Es conocida como ‘la ciudad de las tres culturas’ debido a la influencia de las comunidades cristiana, musulmana y judía en la zona. Esta diversidad religiosa y cultural se plasma en los monumentos de la ciudad, incluyendo iglesias, mezquitas y sinagogas. En sus museos de arte destaca la obra del Greco y reliquias antiguas anteriores a la era romana.
Aunque muchos turistas visitan Toledo en un solo día, nosotros recomendamos pasar la noche allí para disfrutar esta ciudad al completo. Nuestro itinerario de dos días ofrece las mejores cosas que hacer en Toledo, incluyendo dónde comer y festivales famosos del lugar.
Este monumento histórico se trata de la entrada principal de la antigua ciudad de Toledo. Con una fecha anterior al período árabe, esta estructura adquiere su nombre de la palabra árabe Bab-Shagra, que se traduce como ‘la puerta que conduce al campo’, refiriéndose al antiguo campo rojo toledano. En lo alto, podrás encontrar el escudo de armas de la ciudad.
Sigue caminando por el casco antiguo de la ciudad hasta alcanzar esta espectacular mezquita, vestigio de la ocupación musulmana en Toledo. Construida alrededor del año 1000 a.c, todavía posee arcos y bóvedas de arquitectura árabe. Si te fijas en la fachada, podrás observar las inscripciones arábigas en ella. Tras la Reconquista cristiana, el edificio se convirtió en una iglesia, incluyendo frescos religiosos en su decoración.
Esta vívida plaza formaba parte del zoco árabe, donde los árabes realizaban intercambio de productos. Más tarde, se convirtió en un mercado, abierto todos los martes hasta los años 60, cuando se trasladó a Paseo Merchán. Allí se celebraban las corridas de toros así como hogueras durante la Inquisición. Hoy en día la gente visita la zona para tomar algo o disfrutar de uno de los acontecimientos más especiales que se producen en la plaza de forma anual.
Tu visita a Toledo continuará visitando la Iglesia de San Ildefonso, uno de los edificios barrocos de la ciudad, en el que se encuentra el patrón de la ciudad. Su construcción se inició en el año 1629 y se necesitó más de un año para completarla. Algunos la conocen como la iglesia jesuita, ya que se fundó a partir de esta orden religiosa. Entra para disfrutar de su luminoso interior, su retablo ornamentado y las diferentes esculturas y pinturas que la rodean. No olvides subir hasta la torre para disfrutar de las vistas de la ciudad.
La Catedral de Toledo se encuentra entre los edificios góticos más espectaculares de España. También conocida como la Santa Iglesia Catedral Primada de Toledo, su construcción terminó a finales del siglo XV, durando así más de 200 años. Hoy en día se considera uno de los lugares turísticos más importantes de la ciudad, así como una de las catedrales más impresionantes del país. En su interior, podrás disfrutar de los típicos rosetones y contrafuertes. Además, en la sacristía se guardan las obras de artistas famosos como Velázquez, Goya y El Greco. Por una cantidad extra, puedes visitar el campanario y disfrutar de una vista panorámica de la ciudad de Toledo.
En lo más alto de la ciudad se encuentra el impresionante Alcázar de Toledo. La era romana fue la primera vez que un palacio se erigió en el lugar en el que más tarde, en el siglo X, los árabes construyeron la fortaleza que sería tomada por la realeza española. Hoy en día es un museo militar repleto de colecciones de armas, uniformes y medallas de la época.
Construido en la época del Imperio Romano, el Puente de Alcántara se trata de otro de los lugares históricos de Toledo. El puente ha sufrido ciertos daños y ha sido restaurado varias veces a lo largo de los años. Está formado por dos arcos de ladrillo con un arco del triunfo barroco con un torreón que se sostiene a ambos lados. Desde aquí, tendrás la vista perfecta del río y el Alcázar.
Para unas mejores vistas, cruza el río y camina hasta el Mirador del Valle. Los residentes a menudo visitan la zona los días de buen tiempo. Desde aquí podrás observar el río, el Alcázar, la catedral y el laberinto de calles que la rodean.
El segundo día comienza con la visita del Convento de Santo Domingo El Antiguo. Este monasterio del s. XI representa uno de los principales trabajos de El Greco en Toledo: “La Asunción de la Virgen” (1679). Junto a esta pieza icónica, ligeramente escondida debajo de una rejilla de hierro, encontrarás la cripta del propio pintor.
Al estar en el lugar de una antigua mezquita, esta iglesia posee los elementos originales de la arquitectura árabe: la torre mudéjar y los arcos festoneados. En su interior se mezclan diversos estilos como el árabe, gótico y barroco. Muchos turistas visitan la zona para conocer la icónica obra de El Greco: “El entierro del conde de Orgaz”
Si quieres conocer más sobre la historia de este influyente artista renacentista, debes visitar su museo. Además de encontrar las obras más importantes del artista, también encontrarás esculturas, pinturas y mobiliario de otros artistas. Un dato curioso: A principios del s. XX, un aristócrata compró este edificio creyendo que se trataba de la antigua casa de El Greco, con el objetivo de devolverle su antiguo estilo. Sin embargo, El Greco nunca vivió aquí.
Situada en el centro de una residencia judía se encuentra esta sinagoga del siglo XIV, una de las pocas que prevalecen en la ciudad de Toledo. Tras la expulsión de los judios en 1492, este edificio se usó como iglesia y también barriada militar. Hoy en día se trata del Museo Sefardí. Este museo ofrece una perspectiva de la cultura sefardí en España, con exhibiciones dedicadas a la historia de la cultura judía, incluyendo hallazgos arqueológicos, trajes típicos y otros objetos antiguos. También podrás admirar los elementos clásicos mudéjar, incluyendo caligrafía árabe y hebrea, azulejos geométricos y paredes de estuco adornadas.
Otra sinagoga que
merece la pena visitar es la Sinagoga de Santa María de la Blanca. Posee cinco
naves divididas en columnas de arco de herradura con impresionantes capiteles
ornamentados. Las mujeres solían subir al altillo a rezar, mientras los hombres
ocupaban la planta baja. Esta es una de las sinagogas más antiguas de Europa,
con fecha anterior al siglo XII. Cuando la comunidad judía fue expulsada, el
edificio se convirtió en una iglesia, luego en un monasterio, y finalmente, en
un almacén para una empresa que realiza estacas (espadas de tauromaquia).
A unos pocos metros se encuentra el Monasterio de San Juan de los Reyes. Este monasterio franciscano se construyó con el objetivo de ser un mausoleo real, que sirviera como memorial a la victoria de la Batalla del Toro. Se introdujo de forma paulatina en el corazón del barrio judío durante el reinado de Isabel y Fernando en el s. XV. Su arquitectura es el ejemplo perfecto del estilo isabelino que se extendió por España en ese período. Visita su interior y disfruta de sus diferentes capillas, y admira sus techos de estilo mudéjar. Su claustro, que mezcla a la perfección el estilo gótico y mudéjar, es una de las cosas a destacar.
Termina tu visita con un paseo al atardecer por el Puente de San Martín. Erigido por primera vez en el 1200, este puente ha sufrido diversas renovaciones, siendo durante el reinado de Carlos II su última restauración. De acuerdo con una leyenda local, el día antes de su inauguración, el arquitecto que lo diseñó se dio cuenta de que había cometido un error en sus cálculos, y creía que el puente estaba a punto de derrumbarse. Para proteger al arquitecto, su mujer decidió incendiar el puente durante una tormenta para que pareciera que había sido producido por un rayo. Hoy en día una estatua de ella decora el centro del puente.
Si viajas con niños, asegúrate que no sea en una estación demasiado calurosa, ya que sino será muy difícil visitar la ciudad a pie. Algunos de los lugares turísticos que más merece la pena visitar son la catedral y la torre de San Ildefonso. De igual manera, también puedes visitar otras zonas menos conocidas como la Cueva de Hércules, una cueva subterránea de la época romana. Los adolescentes disfrutarán deslizarse por la orilla del puente de San Martín, una actividad organizada por Fly Toledo. Algunos museos también organizan talleres para los más pequeños.
La diversidad cultural de Toledo también ha influenciado su cocina a lo largo de los años. Entre sus especialidades se incluyen el venado y la perdiz, además del cochinillo y el cordero, que suelen servirse en guisos. Entre sus platos dulces destaca el famoso mazapán toledano, hecho con almendras, azúcar y yema de huevo. A continuación, encontrarás los mejores lugares para comer en Toledo:
TToledo posee un clima muy radical, con inviernos muy fríos y veranos muy cálidos y secos. Además, la temperatura puede alcanzar los 40º en verano y estar por debajo de -0 en invierno. Teniendo esto en cuenta, el mejor momento para visitar Toledo es en primavera, principios de verano u otoño. Es mejor evitar los meses de julio y agosto, ya que el calor hace imposible caminar por la ciudad.
Conócenos
Pregúntanos