Cuando se trata de destinos de viaje, Lisboa es un tema aparte. La capital portuguesa consigue mezclar su historia y tradición milenarias con un modernismo progresivo, lo que sumado a una amplia variedad de experiencias que puede ofrecer, la ha convertido en uno de los destinos favoritos para los viajeros en los últimos años.
¡Por ello hemos preparado esta guía indicando qué hacer, dónde comer y dónde alojarse en Lisboa!
Por suerte para cualquier turista, ¡hay muchas cosas que hacer en Lisboa! Desde pasear por las calles empedradas de distritos famosos como Alfama hasta visitar sitios históricos y culturales. Si lo planeas adecuadamente, ¡puedes hacerlo todo!
A continuación te damos algunas ideas por dónde empezar:
Uno de los lugares más visitados de Lisboa es Castelo de Sao Jorge.
Sus orígenes se remontan a los principios de la historia de Portugal. Construido por primera vez en el 200 a.C. por los romanos, el castillo vio el surgimiento y la caída de muchos gobernantes incluyendo a los romanos, los visigodos y los árabes.
Asimismo, este castillo se convirtió en la sede del poder portugués en 1256, cuando la capital del país se trasladó de Coimbra a Lisboa. A finales del siglo XVI, el castillo perdió ese papel y se convirtió en una prisión y arsenal.
Por desgracia, al igual que pasó con muchos otros edificios, el castillo fue derrumbado por el terremoto del 1755, y para aquel entonces no se consideraba lo suficientemente importante como para reconstruirlo.
Sin embargo, hubo un proyecto de restauración masiva que tuvo lugar a finales de la década de los 30 que dio lugar a la edificación que se puede visitar hoy en día.
Algunas de las cosas que verás aquí son las murallas y torres de vigilancia reconstruidas, así como jardines interiores y patios. Aparte de eso, el castillo ofrece unas vistas espectaculares de Lisboa y brinda la posibilidad de visitar un museo lleno de artefactos interesantes que se han encontrado en el lugar.
El Elevador de Santa Justa es una maravilla de la revolución industrial que combina ingeniería maestra con la elegancia de arte.
Fue construido en el 1900 y formaba una parte esencial del sistema de transporte de Lisboa para llevar a los pasajeros en un trayecto de 45 metros entre Largo do Camo y el barrio de Baixa.
A pesar de que el ascensor sigue formando parte de la red de transporte, hoy en día es básicamente una atracción turística.
La estructura exterior está adornada con gloriosos arcos neogóticos y diseños geométricos, y sus lujosos ascensores de madera pulida suben a los pasajeros con estilo.
Existe una plataforma mirador en lo alto de la estructura, desde donde se puede disfrutar de las mejores vistas de Lisboa. La luz del atardecer destaca el castillo y la Catedral de Se sobre la panorámica de la ciudad, así que te recomendamos visitar este lugar por la tarde/noche si realmente quieres presenciar ese paisaje.
Al tratarse de una atracción muy popular entre los turistas, se pueden formar largas colas de entrada, especialmente en verano. Sin embargo, si te gustaría evitar la interminable espera y aun así disfrutar de la experiencia, ¡intenta ir por el otro lado!
Las colas más largas son para subir con el ascensor, por lo que te recomendamos subir la cuesta con el Ascensor da Glória y bajarla con el Elevador de Santa Justa.
Un viaje a Lisboa sin una visita a esta plaza histórica sería un error.
Antes del gran terremoto de 1755, este lugar era el hogar de Paco da Ribeira o Palacio Real.
Hoy en día los edificios son oficinas gubernamentales, pero las bellas fachadas del siglo XVIII son algunas de las construcciones reconocibles de Lisboa. La plaza es peatonal y pasear por ella hasta el río Tajo es una forma relajante de pasar el rato.
Ubicado en el barrio de Belem cerca del río Tajo y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983, el Monasterio de los Jerónimos de Lisboa hace homenaje a la Era dorada de los Descubrimientos portugueses.
La construcción del edificio comenzó en 1501 y tardó 100 años en acabar. La Iglesia de Santa María situada en el interior tiene techos de arcos notablemente altos y hermosos vitrales.
Todo el monasterio constituye un ejemplo de la arquitectura manuelina o gótica en Portugal. Paseando bajo los arcos góticos o por el patio del centro, se puede tener una idea real de la habilidad y la artesanía que participaron en la construcción de este edificio. ¡Solo con ver eso uno ya entiende por qué el edificio tardó 100 años en completarse!
La construcción de la Torre de Belem se terminó en 1520 y es otro Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
La Torre de Belem es el edificio más característico de Lisboa, pero esta preciosa fortaleza solía proteger la ciudad de los invasores, para acabar siendo utilizada como faro.
Al ser considerada un símbolo de Lisboa, esta siempre ha sido muy popular entre los turistas formando aglomeraciones de gente. Además, como solo está permitido un aforo de 120 personas, la entrada al recinto puede ser bastante lenta, por lo que te recomendamos acudir pronto por la mañana y saltarse largas colas de espera.
Desde lo alto de la torre se puede disfrutar de las vistas de la costa, pero no tengas prisa en llegar hasta allí. Disfruta del interior de la torre, ya que esta parece una capsula del tiempo de la temática militar y se merece que le dediquen algo de tiempo.
Mientras visitas Torre de Belem y el Monasterio de los Jerónimos en el barrio de Belem, también deberías visitar Padrao dos Descobrimentos.
Este monumento abrió sus puertas por primera vez en 1958 y rinde homenaje a la Era de los Descubrimientos. Su tallado de piedra de 170 pies de altura contiene figuras históricas significativas como Vasco da Gama y el Príncipe Enrique el Navegante.
El monumento también tiene una plataforma de observación en la parte superior desde donde se ven vistas panorámicas.
Como capital, Lisboa está bien conectada con las regiones circundantes, lo que la convierte en el destino ideal para realizar excursiones de un día.
A pocas horas de distancia se pueden visitar lugares de interés como Oporto o el Valle del Duero, pero para salidas no tan lejanas, tanto Sintra como Costa da Caparica están a menos de una hora de la ciudad.
Para los amantes de la historia y la arquitectura, Sintra es una visita obligatoria.
Sintra es el hogar del colorido Palacio da Pena. Situado en lo alto de una colina, es difícil no percatarse del rojo y amarillo intenso de su exterior. Considerado como uno de los palacios más magníficos del mundo, está rodeado de bosques y senderos ocultos, vistas increíbles y muchos ornamentos inesperados. ¡Podrías pasar todo el día deambulando por sus terrenos!
Aparte del palacio, Sintra tiene una serie de lugares interesantes para ver, entre los cuales están las ruinas de una fortaleza morisca del siglo IX, el Palacio de Sintra, la Quinta da Regaleira, el Palacio de Monserrate, el Palacio Nacional y los Jardines de Queluz, y un montón de tiendas y cafeterías deliciosas.
Puede que Sintra sea un pueblo pequeño pero hay mucho que ver. Si Sintra está en tu lista, planea tu viaje antes de ir para aprovechar lo máximo posible tu tiempo allí.
Si deseas ir a la playa, a menos de 30 minutos de Lisboa se encuentra la pequeña ciudad turística Costa da Caparica. ¿Qué es una visita a Portugal sin una visita a una de sus incontables playas?
Este lugar es muy popular entre los lugareños pero no tanto entre los turistas, ya que la mayoría de ellos se dirigen directamente a Cascais.
Este impresionante litoral de 24 km que se extiende a lo largo del extremo occidental de la Península de Setúbal constituye la línea costera más larga de Europa.
La población y civilización están en el norte del litoral y es fácil llegar hasta allí en autobús desde Lisboa.
Aparte de aguas cristalinas, este lugar ofrece docenas de cafeterías y restaurantes de precio asequible, donde podrá degustar uno de los mejores mariscos de Portugal y delicias tradicionales como los pasteis de nata (pastelitos de crema).
Aquí hay posibilidad de practicar surf, pero las olas que rompen en esa costa no son gigantescas, por lo que si es un principiante o incluso un surfista poco avanzado, este lugar es ideal. Los surfistas más experimentados querrán dirigirse a las playas de la costa del Algarve en lugar de estas.
Si viaja al sur a lo largo de la costa se encontrará Arriba Fóssil da Costa, una reserva natural donde las playas son un poco más "salvajes" y prístinas ya que están protegidas del desarrollo humano.
Costa da Caparica es perfecta tanto para familias como para viajeros adultos sin niños que buscan salir de la ciudad por un día.
Al igual que muchas otras ciudades de Portugal, Lisboa está llena de lugares maravillosos donde comer. A continuación, le presentamos algunos de los lugares que no se puede perder.
Cervejaria Ramiro comenzó como la Casa de la Cerveza Ramiro en 1956. Después de unos años en funcionamiento, la carta empezó a crecer con platos de marisco fresco y el resto, como dicen, es historia.
Este establecimiento familiar es famoso en todo el mundo por sus ingredientes frescos y su servicio de calidad. El sistema de acomodamiento de mesas sigue un sistema de ticket tanto para los turistas como los lugareños, por lo que se requiere paciencia al acudir al lugar. Aunque siempre puedes reservar con antelación para no tener que esperar.
Y como dice el dicho, lo bueno se hace esperar, y es que las almejas, las ostras, la langosta y los camarones ¡valen la pena la espera! Un consejo: no te olvides de guardar espacio para la mezcla de bistec y ajo conocida como prego no pao de postre. Sabemos que suena raro, ¡pero confía en nosotros!
Esta encantadora cafetería en la Plaza Rossio existe desde el siglo XVIII. Si estás buscando un lugar para sentarse, tomar un poco de vino local (¡prueba la sangría!) o una buena taza de café, no busques más. Su patio de ensueño te invita a recostarte y ver pasar el mundo.
El queso Azeitao es un buen entrante y es imposible equivocarse con el arroz con salmón y gambas.
Después de un día largo de deambular por las calles de Barrio Alto, puede que quieras recuperar fuerzas con una hamburguesa y una cerveza. Quizá no sigue las costumbres de ofrecer la melancólica y tradicional música del Fado, pero este bar proporciona música en vivo de todos los géneros todas las noches de la semana y un ambiente cálido y acogedor.
El Jam Club tiene cerveza y vino locales y una variedad de deliciosa comida a precios razonables. Prueba el plato de sardinas, el pulpo o una de las hamburguesas... ¡estamos seguros de que será una de las mejores que hayas probado!
¡Te garantizamos de que cantarás y bailarás, además de salir del bar con docenas de nuevos amigos!
El Ginjinha no es un restaurante pero es una parada importante de todos modos. Un pequeño comercio en Rossio, aquí es donde quieres ir a probar un trago del famoso licor de cereza de Portugal.
Este lugar de la vieja escuela solo acepta efectivo, por lo que ves preparado. ¡Acércate, tómate un trago y continúa con tu día!
No te preocupes si te pones pegajoso por la bebida dulce, ya que el Ginjinha tiene un lavabo disponible donde limpiarse.
Con tantos buenos lugares para alojarse en Lisboa, entendemos lo desalentador que puede llegar a ser tratar de averiguar qué lugar es el mejor para quedarse. Por suerte, tenemos algunas sugerencias.
El Hotel 1908 Lisboa está ubicado dentro de un hermoso edificio art decó, pero en su interior es todo lo moderno que se puede esperar.
Las habitaciones son cómodas y contemporáneas, una combinación últimamente difícil de encontrar.
El personal se interesa especialmente por sus huéspedes y se esfuerza por conectarlos con los sitios locales que más les atraen. Ya sea que quieras explorar lugares históricos o ir a un club nocturno de moda, ellos te pueden decir cómo llegar.
Hotel Pestana CR7 Lisboa. La localización de este hotel en el histórico barrio de la Baixa Pombalina es muy conveniente. Al estar cerca de la Praça do Comércio, la calle comercial Chiado, y las principales líneas de tranvía, no tendrá problemas para explorar Lisboa desde aquí.
Con un personal encantador y todas las comodidades modernas que esperaría en un hotel de clase mundial, Pestana CR7 Lisboa es su hogar perfecto fuera de casa. Las habitaciones son elegantes y de buen gusto, asegurando una estancia cómoda y reparadora.
Esta guía de Lisboa da una idea de las cosas que puedes ver y hacer cuando visites la ciudad. Si necesitas ayuda para reservar tus vacaciones de ensueño en Lisboa, ¡ponte en contacto con nosotros! ¡Elije uno de nuestros paquetes turísticos o déjanos ayudarte a preparar tu propio itinerario!
Conócenos
Pregúntanos